miércoles, 14 de noviembre de 2012

Pérdidas

La pérdida de un familiar siempre es una situación que provoca sentimientos de tristeza y desesperanza, haciéndote pasar por un proceso de duelo difícil de superar según la personalidad y fuerza interior de cada persona.

Hay ocasiones en que esto no ocurre así y nos lleva a preguntarnos cuál debe ser la situación real para que la pérdida de un familiar no nos produzca ningún tipo de angustia o sentimiento negativo.
Este es el caso de un paciente que llevaba ingresado en la UCC desde mayo de 2012; la estancia de los pacientes en una unidad de críticos suele ser más bien corta dependiendo del tipo de patología presente, pero se pretende que la recuperación y traslado a planta sea lo más rápido posible; la situación del paciente fue empeorando a pesar de que su ingreso fue por un aumento en su disnea habitual.
Respiratoriamente su saturación de oxígeno fue disminuyendo cada vez más hasta que se tomó la decisión de realizar una traqueostomía, a través de la cual junto con un sistema de oxigenoterapia de alto flujo se oxigenaba al paciente para que mantuviese unas saturaciones entre 90-100%; este método era eficaz al principio, hasta que los cambios posturales no eran bien tolerados por el paciente y provocaban momentos de desaturación (entre 65-75% de saturación).

Debido a un inadecuado manejo de los cambios posturales, el paciente comenzó a presentar enrojecimiento en la zona del sacro hasta evolucionar a una úlcera de grado IV de gran tamaño y con un mal pronóstico ya que la mejora no se apreciaba independientemente de las medidas tomadas.
El desbridamiento quirúrgico de la úlcera terminó por no realizarse ya que el sangrado que se provocaba terminaba en un número bastante inferior de hemoglobina en comparación con los valores normales (en un hombre los valores normales oscilan entre 13,8 y 17,2 g/dl precisando en este casos transfusión de sangre, ya que la falta de hemoglobina puede conllevar a diferentes problemas asociados que deterioran aún más el estado del paciente (Hemoglobina).
Para solucionar el problema de exudado de la úlcera, se colocó un VAC aunque tampoco presentaba mejora y debido al difícil ajuste del apósito que realiza el vacío en la herida por la zona en la que se encontraba, se decidió su retirada; así como la reducción en el esfuerzo terapéutico ya que todas las medidas tomadas durante varios meses no habían llevado a la mejora del paciente, sino al empeoramiento.

                                                      Imagen de los componentes de un sistema VAC

Con todo esto me quiero centrar en que nuestro paciente no recibía absolutamente ninguna visita ni uno de los días en que duró su estancia en UCI; él tampoco quería ver a nadie ni necesitaba de nadie. Realmente nadie del personal de la planta conocía la situación familiar de este hombre, solo algún dato aislado que nos hacía pensar que era una persona muy independiente y que en algún momento de su vida se aprovechó de los que confiaron en él pero se notaba que tenía un gran corazón y una forma de pensar muy interesante.
En el momento de su muerte, se intentó localizar a su familia consiguiendo, por fin, hablar con una prima y su mujer las cuales residen en Portugal y referían no importarles lo que hiciésemos con el cuerpo ya que ellas no iban a correr con los gastos de un entierro o de una incineración. Todo el personal de la planta le tenía mucho cariño al paciente ya que a su llegada a planta estaba consciente y orientado y las conversaciones que se podían mantener con él, según nos han contado, eran muy interesantes y enriquecedoras ya que tenía una peculiar opinión acerca de cómo vivir la vida, por lo que esta situación afectó mucho hasta el punto de llegar a provocar el llanto en más de uno de los profesionales.

No sé cómo se llega al extremo de que una persona tenga que morir absolutamente solo, acompañado de personas con las que aunque haya pasado un gran tiempo no se trata de su familia, pero solamente por los momentos buenos, aunque hayan sido pocos, que esa persona te haya proporcionado en vida, no dejaría a un familiar morir en soledad ya que me parece una situación realmente triste para una persona que se encuentra en un país que no es el suyo, ya que él también era portugués y que, por mucho que no quisiera admitirlo, le hubiese gustado ver la cara de su mujer o cualquier otro familiar en el momento de su muerte.
Es difícil hacerse la idea de por qué ocurren estas situaciones y cuál es el límite de cada persona como para olvidarse de un familiar, el cual está muriendo en un hospital, solo, con ganas de irse y dando la sensación de que el estado en el que se encontraba era como para que su muerte hubiese sido más próxima pero aguantaba a la espera de algo que ninguno de nosotros sabemos, pero que estamos seguros de que nunca llegó ya que sus días eran completamente iguales a partir del momento en el que la sedación le hizo encontrarse encamado.

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